Mía
Hace siete años, el padre de Mía fue secuestrado durante veintiún días. Ahora se encuentra hospitalizado; es la cuarta vez que lo ingresan desde entonces, como si el cautiverio hubiese sacado a la luz vestigios de algo doloroso que ni los médicos ni su familia comprenden. Desde el secuestro, son muchas las cosas que han cambiado también en la vida de Mía: el nacimiento de su hermano Víctor, por ejemplo, o su relación con Claudio, un chico del que su familia no sabe casi nada. Ahora es Mía quien se hace cargo de todos. De su madre, que cada día se muestra más ausente. De su hermano superdotado, que todo lo pone en duda. De su grupo de amigas.