premio fray luis de león de narrativa

La crecida 

Todos en el pueblo conocen muy bien a Jordán. Saben las cosas que hace, las que piensa. Sobre todo esas cosas que piensa. También conocen lo que ocurrió con su hermano Roche en el bosque. Su madre siempre intenta hacerles creer que desapareció de un modo distinto, pero todos saben que no es cierto. Aun así transigen, asumen que no se trata más que de una invención propia de una madre incapaz de aceptar lo que sucedió con su hijo. Solo eso. Mientras tanto, Jordán sigue haciendo esas cosas que, con el paso del tiempo, resultan cada vez más notables.

 

En el pueblo también les preocupa eso, el tiempo. Porque viaja tan solo hacia delante. Y no cambia de sentido ni se detiene, es muy testarudo.